el barroco

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domingo, 28 de marzo de 2010

el barroco

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EL BARROCO

el Barroco como literatura , nacio entre finales del siglo XVI y finales del siglo XVII, impregnó todas las manifestaciones culturales y artísticas europeas y se extendió también a los países hispanoamericanos.

La palabra barroco tuvo originalmente un sentido peyorativo, ligado con la extravagancia y la exageración, que aún se mantiene en ciertos tópicos del lenguaje no especializado. Se dice que el término deriva del portugués barroco (castellano barrueco), que significa `perla irregular'.
Durante el barroco los juegos lingüísticos y poéticos fueron moneda común entre los escritores, buscando siempre el movimiento y la línea curva.. De esta manera se conseguirá un romance de endecasílabos, de octosílabos o de hexasílabos.


LITERATURA BARROCA:

El Barroco valor la libertad absoluta para crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la expresión. Todo ello tenía como finalidad asombrar o maravillar al lector.



Los escritores barrocos que recargan su estilo para conseguir mayor belleza o significación, siguen dos movimientos diferentes: culteranismo y conceptismo.

CULTERANISMO:

El culteranismo, es una tendencia literaria del siglo XVII denominada también cultismo, que consiste en no expresar con naturalidad y sencillez los conceptos, sino amaneradamente, por medio de voces peregrinas, giros rebuscados y violentos y estilo obscuro y afectado.

El estilo literario llamado culteranismo, llamado también cultismo y gongorismo, proviene de la palabra culto, y supone el final de la poesía renacentista española, instaurada por Garcilaso de la Vega. Este término fue en su origen un término despectivo, utilizado por sus enemigos de su más insigne representante el cordobés Luis de Góngora y Argote; razón por la cual tuvo su expansión (el culteranismo) en la poesía y en la cátedra sagrada.



El culteranismo, aspiraba a crear una lengua poética de carácter eminentemente aristocrático y en un todo distinto a lo popular. Para lograrlo, transplantaron al idioma castellano multitud de vocablos latinos.

Los culteranos buscaban, más que nada, la delectación de una minoría culta mediante el recurso de metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las estructuras fraseológicas, en busca del máximo preciosismo.



Este estilo literario, fue muy criticado por el conceptismo, escuela que se le oponía; cuyo mayor representante es Francisco de Quevedo, enemigo de Góngora. El lema de los culteranistas pareció ser: “para qué expresar las ideas con pocas palabras, cuando pueden expresarse con muchas y muy rebuscadas”.

Características:

  • Los escritores culteranos dan importancia preferentemente a la forma
  • Profusión de metáforas y cultismos
  • Abusan de los hipérbaton
  • Se utiliza sólo el verso
  • Giros rebuscados
  • Hipérboles
  • Modificación de las estructuras fraseológicas
  • Se desarrolló en la lírica, nutriéndose en la gramática y la erudición antigua.
  • Se utiliza la mitología
  • Frases retorcidas o elípticas
  • Empleo de neologismos latinos
  • Uso de conceptos ingeniosos
  • Desacordes verbales




EL CONCEPTISMO:


El conceptismo se caracteriza por la concisión de la expresión y la intensidad semántica de las palabras, que se cargan de significados, adoptando varios sentidos. De este modo se crea frecuentemente el lenguaje polisemico. El conceptismo opera con los significados de las palabras y con las relaciones ingeniosas entre ellas. Por todo lo dicho, los recursos formales más usuales son la elipsis, el zeugma, la anfibologia y polisemia, antitesis, equivov, paradoja , o la paronomasia . El estilo conceptista se hace laconico y sentencioso.
El conceptismo, en la línea de toda la estética manierista y barroca, propone como valor estético la dificultad del lenguaje literario, que busca singularizarse y refinarse cortesanamente, frente a la llaneza de la lengua del renacimiento.




  • El conceptismo se sitúa en un término medio entre la voluntad de expresar ideas y conceptos y la ingeniosidad verbal (utilizar mucha variedad de palabras)

  • El conceptismo no desarrolla las ideas sino que las hace brotar del contacto o del choque entre las palabras.

  • Esta forma de hablar se utilizó por pocas personas y sólo era para el que era capaz de entenderlo. El lector culto.

  • Ellos preferían la hondura del pensamiento, el juego de palabras, la antítesis o paradojas...

  • El estilo utilizado era lacónico (breve, conciso) y entrecortado. En realidad corresponde a una literatura de tipo didáctico o moral.

  • Los representantes del conceptismo son Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián..





AUTOR UNIVERSAL:




MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA:


Cervantes nace en 1547 en Alcalá de Henares, de Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas.
Cervantes nace y se forma en pleno auge del Renacimiento y, por otra parte, vive con intensidad los primeros del siglo XVII, en los que el humanismo universal del Clasicismo da paso a la problematización y exhuberancia del Barroco. Los mismos años de su producción literaria, 1585-1616, están a caballo de este cambio. Cervantes sintetiza los aspectos literarios fundamentales del Renacimiento y, al mismo tiempo, crea la obra más representativa del Barroco.





EL BUSCON DE FRANCISCO DE QUEVEDO

El Buscón es una obra claramente conceptista en la que abundan los juegos de palabras y metáforas.

En El Buscón, Quevedo satiriza sólo a las personas, no a las ideas u opiniones. Es decir, se mete con los curas y las monjas mundanos, no con la religión; se mete con los nobles indignos, no con la nobleza; etc..

El tema central de El Buscón es, el intento de ascensión de Pablos desde ser un villano a ser un caballero. De hecho, mientras que durante todo el principio de la obra se hace pasar por noble (don Pablos) y no hace más que sufrir continuas desgracias, al final, cuando toma su puesto en la sociedad y va mendigando o se hace poeta, es entonces cuando le va todo bien.








BALTAZAR GRACIAN:

Ejerció por un tiempo de secretario de Felipe IV, tras lo cual fue enviado, en parte como castigo de la Compañía por sus ideas y escritos, a combatir contra los franceses en el sitio de Lérida (1646). Su obra más conocida, El criticón, apareció en 1651, firmada por García de Marlones, anagrama de su nombre, disimulo que no pudo evitar el agravamiento de sus problemas con la Compañía de Jesús, que le aplicó una sanción ejemplar. Poco después se trasladó a Zaragoza como catedrático de la Universidad. En 1650 había empezado a preparar El comulgatorio (publicado con su apellido en 1655), obra que comprende cincuenta meditaciones para la comunión y constituye una valiosa muestra de oratoria culterana.

De carácter orgulloso e impetuoso, y, sobre todo, mucho más hombre de letras que religioso, Gracián optó por desobedecer de nuevo a la jerarquía y publicó las partes segunda y tercera de El criticón (1653 y 1657), bajo el nombre de su hermano, Lorenzo de Gracián. El segundo volumen no le costó más que una nueva amonestación de los jesuitas, pero la aparición del tercero supuso su caída en desgracia. El padre Piquer, rector del colegio jesuita de Zaragoza, lo castigó a ayuno de pan y agua, y, tras desposeerle de la cátedra que ostentaba, lo desterró a Graus. El mismo año de 1657 apareció la Crítica de reflexión, violento alegato contra él, firmado por un autor levantino. Parcialmente rehabilitado, se instaló en Tarazona, donde su petición de ingresar en una orden monástica le fue denegada por la Compañía.












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